Gustavo Avendaño P.
Prof. Ed. Física
Magíster en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Mención en Rehabilitación y Entrenamiento Deportivo.
Por un largo periodo de tiempo, ha existido la creencia de que las mujeres al realizar ejercicios con sobre carga o de fuerza, pueden llegar a tener un cuerpo o físico musculado como el de los hombres y que por lo demás, pueden ver disminuida su feminidad, esta creencia hoy por hoy, entre las mujeres que asisten a los gimnasios, se ha ido eliminando y podemos ver mucha más participación del sexo femenino en las salas de máquinas, a la cual nos lleva a una única pregunta, ¿el por qué ahora y no antes?, esto nos lleva a creer, que ha sido por los innumerables mitos y temores por falta de conocimiento, pero ya hoy en día, donde la información está al alcance de todos, nos permite seguir derribando una gran cantidad de mitos y malas prácticas.
Es así que para la realización de un plan de ejercicio, independiente si es hombre o mujer, no debería haber diferencia alguna. Pues un ejercicio clásico como la sentadilla o press de banca, generaran grandes mejoras en el rendimiento físico para ambos sexos, sin tener que crear así trabajos diferenciados para dichos segmentos1.
En la actualidad algunas de las creencias y malas prácticas que toman mayor realce, son las siguientes:
- El estigmatizar a las mujeres con actitudes masculinas, por el simple hecho de participar en actividades deportivas y que por lo demás, la única diferencia que obtienen con respecto a los suyos, es la de mejorar el desarrollo de sus capacidades motrices2.
- El creer que la actividad deportiva es peligrosa para las mujeres, en cuanto a poder alterar su ciclo menstrual, dañar los órganos reproductores y sus bustos, en otras palabras, el simple temor a efectos negativos de fertilidad y disminuir la capacidad reproductiva2.
- El miedo de desarrollar mayor masa muscular, que por lo demás depende única y exclusivamente en cuanto a la cantidad de hormonas, las cuales ya están determinadas genéticamente para ambos sexo2.
- El evitar la continuidad de los entrenamientos al estar embarazada o estar en periodos de ciclo menstrual y la verdad es que incluso con actividades de gran demanda física no tienen efectos perjudiciales2.
Teniendo estas interrogantes y malas creencias ya resueltas, cabe señalar que la práctica deportiva ha de realizarse con precaución, para evitar accidentes a raíz de malas ejecuciones y sobrecargas excesivas al inicio, provocando problemas musculares o tendinosos y como siempre la recomendación es dejarse asesorar con profesionales bien calificados, logrando así una correcta progresión a través de los requerimientos individuales de cada persona.
Por último, cabe señalar que un buen complemento para dichas actividades deportivas, es la de mejorar la alimentación, para que nuestro cuerpo pueda obtener un equilibrio más armonioso y para ello, la recomendación es visitar a un nutricionista calificado, que pueda guiarnos de buena manera acorde a nuestras necesidades o requerimientos y como siempre no dejar de visitar algún médico, para ver nuestro actual estado de salud y comenzar así, un nuevo camino teniendo como fin único, el de mejorar nuestra calidad de vida.
Bibliografia:
- Kraemer WJ, Mazzetti SA, Nindl BC, et al. Effect of resistance training on women’s strength/power and occupational performances. Med Sci Sports Exerc. [Internet] 2001 Jun [citado 2020 Jul 11]; 33(6):1011-1025. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11404668/
- GARCIA AVENDANO, Pedro et al. Mujer y deporte. hacia la equidad e igualdad. Revista Venezolana de Estudios de la Mujer [Internet]. 2008 Ene [citado 2020 Jul 11]; 13(30), 063-076. Disponible en: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-37012008000100004
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