Con mascarillas paseaba esta pareja por el aeropuerto de Ciudad de México.

 

El brote del coronavirus ya es una amenaza global y en América Latina, donde todavía no se han confrmado casos lo saben.

La enfermedad infecciosa ya cobró la vida de más de 300 personas y alrededor del mundo existen más de 10.000 casos confirmados en una veintena de países, la mayoría de ellos en China, país donde apareció el virus.

De hecho, la también llamada neumonía de Wuhan (por la ciudad dónde se originó) fue declarada por la Organización Mundial de Salud (OMS) como una «emergencia de salud pública de importancia internacional», algo que sólo ha ocurrido contadas veces en la historia.

Por ello es que diferentes países latinoamericanos comenzaron a tomar previsiones adicionales e implementar medidas extraordinarias de seguridad y salud pública ante el posible arribo de la enfermedad a sus territorios.

Las autoridades son conscientes de que será muy difícil impedir que alguna persona infectada con el coronavirus ingrese a la región, pero también saben que pueden, cuando menos, disminuir el avance de la enfermedad infecciosa.